La palabra que hoy usamos para "apostar" o para "lotería" no se usa en la Biblia. Sin embargo, existen varios lugares en la Palabra de Dios donde se condenan los principios que se encuentran detrás de ambos términos.
¿Qué principios están detrás de la lotería y de las apuestas? La idolatría y la codicia.
Un cristiano que apueste o que juegue la lotería sabe perfectamente que al jugar un boleto o apostar el sueldo de una semana a una ruleta, lo que en realidad está demostrando es que confía en que sea la suerte o el azar el que asegure un futuro promisorio, no Jehová. A menudo la gente que compra un juego de azar dice, "déjame intentarlo esta vez. Quién sabe si hoy tengo suerte". Pero Dios habla de no poner ninguna cosa delante de Él en nuestras vidas. Pues al jugar por un premio de la lotería, en realidad estamos colocando nuestra confianza en el dios de donde viene la palabra "suerte", ese dios se llama "fortuna".
Pero vosotros, los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna y ofrecéis libaciones al Destino, yo también os destinaré a la espada y todos vosotros os arrodillaréis para el degüello. Porque llamé y no respondisteis, hablé y no escuchasteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos y escogisteis lo que no me agrada». Isaías 65:11-12
Literalmente tomado, la Biblia cuando dice "Fortuna" se refiere a un dios, que también se conocía con el nombre de "Destino", razón por la que la Biblia los coloca con letras mayúsculas. Varias civilizaciones hasta contaban con estatuillas para representar la "diosa de la fortuna". A ella se rogaba cuando se apostaba y por esta razón se besaban los dados cuando se lanzaban. Todavía hoy esa tendencia sobrevive.
¿Cómo puede un "Cristiano" colocar el destino de su vida en las manos del Azar, del Destino, de la Fortuna en vez de Dios, su Creador? ¿Cómo puede un verdadero cristiano reclamar que Jehová es su Proveedor, (Jireh), y aún así lanzar los dados o comprar boletos de la suerte o lotería esta semana?.
¡El deseo de comprar un boleto o de apostar no es otra que la codicia! Cuando ponemos nuestra confianza en otras fuentes para nuestras necesidades, estamos llamándole mentiroso a Dios, ya que Él prometió que si le servíamos “nada nos faltará”, pero como lo que queremos es riquezas rápidas, Dios no tiene por qué hacer honor a su palabra.
"Desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores." Jeremías 6:13
¡Un cristiano verdadero NUNCA apostaría un solo peso a la lotería ni a ningún juego de azar!, ya que su confianza está puesta en el Dios TODOPODEROSO.
jueves, 30 de abril de 2009
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