ESPERANDO LA MUERTE... TRANQUILO
En 1555 Nicholás Ridley fue quemado vivo debido a su testimonio de Cristo. La noche anterior a su ejecución, su hermano ofreció quedarse con él en la prisión para serle de asistencia y consuelo. Nicholás rechazó su oferta y recalcó que él se iba ir a la cama y dormir tan tranquilamente como siempre lo había hecho en su vida. Porque conocía la paz de Dios, él podía descansar en la fortaleza de los brazos eternos de su Señor para satisfacer su necesidad
jueves, 29 de mayo de 2008
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